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¡ERRE! 

                   de                     

REinventados y REvolucionarios.

Ahora dejamos a un lado el gran comercio que se profanaba al rededor de los carritos con ruedas chinas y chazas (caspete de venta ambulante o fija) que viajaban día a día la ciudad vendiendo tintos, jugos naturales y una amplia dulcería entre barriletes y cigarrillos menudiados, que calmaban el antojo de cualquier persona que atravesaba la calle desprevenidamente  que al mismo tiempo era sorprendida por  la personalidad que llevaba la chaza, pues su dueño la iba personificando con calcomanías y algunos golpes que quedaban tallados en sus historias de viajes por las calles. Hemos dejado ésta magia mercantil, llena de olores, sonrisas y manos extendidas por hacer parte de un mercado virtual, ahora con  carritos tan pequeños como el tamaño de un boton vitual al que al solo darle un click puedes agregar cualquier tipo de producto a la compra, sin ninguna historia por contar, sin una sonrisa por recordar. Éste es el precio de lo gratuito. Un mercado donde somos consumidores consumibles.

Tomada por Littoral.

Somos hijos de otro tiempo, de ferias de "San alejito" de "Agáchese y coja" y de "Todo a 1000". Es como tener una "plazita de flores" y no pertenecer a ella. No cambio el olor de ella por ninguna otra cosa. 4:00 am y la minorista es memorable, por todo su movimiento y auge que lleva a cada amanecer a ser mágico. Desde un Timeline se puede ver como todos descargan su mercancía orgánica acabada de arrancar de la propia tierrita, y como las otras vienen empacadas en bolsas negras con doble cinta. 

Recuerdo cuando pequeña mi mamá me invitaba a ver cine, entonces ibamos al teatro El Cid, abajo del Parque Berrío de Medellín. Llegabamos una hora antes, preparadas para hacer fila en la acera de la calle del teatro, no nos angustiaba, pues mientras tanto nos sumergíamos en los placeres del centro de Medellín,;cada vendedor de Chiclets Adams trae su historia que funcionaba muy bien como cortos y una que otra mujer de labios rojos y tacones delirantes hacían vibrar las calles con su vaivén. 
Al entrar se podía fumar y sacar la "moga" y a mitad de la película habían comerciales que invitaban a visitar la confitería del teatro, toda esta parafernalia, sólo para que el mensajero tuviera tiempo de ir corriendo y llevar la lata con la primera parte de la pelicula y así ahorrar costos de proudcción. Esa escena era la más hermosa de todas las películas. No es como ahora en las grandes empresas virtuales como Amazon y Ebay que te permiten comprar virtualmente las películas originales con envío hasta tu casa y así verlas desde tu propia cama. Ahí se termina la magia y no hay mejor escena que la anterior. 

Los modelos de negocio han revolucionado el mercado y sus consumidores, para convertirse en una era mediatizada. Ahora se estudia con mayor profundidad la psicología del consumidor para hacer más efectiva el éxito de la publicidad, porque en ésta sociedad ahora somos objetos de esta, somos consumidores consumibles.
La forma en la que intereactuamos con el producto ha tomado un punto de giro abismal, ahora no es necesario hacer una transacción de manera personal, pues la revolución virtual ha redefinido el comercio, las actividades sociales en la red y hasta nuestra privacidad como usuarios, llegando al punto de preguntarnos ¿quienes somos? pues todo el tiempo estamos actuando bajo la presión que estamos siendo observados y medidos por una medio muy poderoso, como lo es el internet.